1 Corintios 12:26 Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él.
Escrito Por Dayse Villegas Zambrano
Algunas personas no están de acuerdo con que se celebre o se cante el cumpleaños en la iglesia. O que llore un recién nacido. O que se comparta una comida. Y otras no ven bien que en una iglesia se realice un funeral. ¿Usted qué opina?
Todas esas son instancias de la vida. No tendría sentido esconderlas. Las compartimos con nuestros familiares, en la alegría y en el llanto. ¿Por qué no lo haría el cuerpo de Cristo, la iglesia? Dirán algunos: Son cosas familiares, cosas privadas. Háganlas en sus casas. O lo que es lo mismo: festejen y sufran en privado.
En el cuerpo de Cristo, el nosotros tiene tanto valor como el yo. No podemos estar bien si uno está mal. Hay que hacer algo. Sufrimos, nos dolemos, buscamos la manera de paliar ese dolor. Y yo no puedo estar bien si veo que mi iglesia está mal. Tengo que hacer algo. Pero no por mi cuenta, para escaparme de lo que pasa, sino para liderar a todos a buscar una solución.
Dios nos dio esta conexión viva, saludable y altamente sensible como reflejo de su unidad con el Hijo y el Espíritu, pues estos tres son uno (1 Juan 5:7) y no se abandonan jamás.
En la iglesia, el bien de todos nunca está por encima del bien de uno. Y el bien de uno nunca está por encima del bien de todos. Sacrificar a uno o a la mayoría es algo impensable en el cuerpo de Cristo, sobre todo porque él ya hizo el sacrificio necesario una vez y para siempre.
Al contrario, el cuerpo de Cristo es uno en el sufrimiento y en el gozo. En el sufrimiento, para aliviarlo y sanarlo. En el gozo, para compartirlo y disfrutarlo. No por las ceremonias, las convenciones sociales o los pasteles: por las personas. Sufrimos y nos regocijamos juntos. En cada momento de la vida hay un hermano doliéndose o alegrándose. ¿Lo dejaremos solo? ¡De ninguna manera! Ahora somos una familia eterna. En todas las estaciones de la vida nos necesitamos. Gloria a Dios por su iglesia.