1 Corintios 13 1-2: Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Escrito Por:Dilvany Gámez de Moreno
En este punto es pertinente, reflexionar de que el hecho de tener dones por la gracia de Dios, no significa que sean superiores al amor, es decir, no es que haga uso de mis dones sólo por usarlo en el pueblo de Dios, dichos dones no pueden usarse de tal forma, sin el vínculo perfecto que es el amor.
Dicho de otra manera, usted y yo podremos tener un amplio conocimiento de diferentes idiomas incluso las angelicales como indica el texto, pero eso vendría hacer como un metal que resuena; puesto que sólo sería un ruido, vacío y carente de lo más importante; el amor hacia los demás.
Si tuviese la habilidad de exponer la Palabra de Dios, además de comprender los secretos de Dios, igualmente de contar con todo el conocimiento y a su vez tuviera una fe capaz de mover el monte Everest, pero no amo a otros, nuestras vidas serian absolutamente nada, no sería nada. Le invito a responder en su corazón estas interrogantes ¿lo que hago en la iglesia es solo por una costumbre o por amor a otros? ¿realmente lo hago por la causa de Cristo?