1 Corintios 14:25 “Lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros”. 

Por: David Agustín Pérez Vera

El énfasis del versículo de hoy, consiste en dejar al descubierto los secretos del corazón, todo argumento, ego, autosuficiencia, debemos ponerlo a los pies del Eterno, reconociendo nuestro estado espiritual real, que nos permita tener una verdadera adoración al que vive y reina por los siglos de los siglos. Entendiendo, que solo el Eterno puede conocer nuestros corazones, porque es allí donde Él se manifiesta, confrontando nuestra naturaleza carnal con la espiritual. 

En este ámbito, al explayarnos en nuestro devocional, vemos que según la ciencia uno de los órganos más importante para el funcionamiento del ser humano, es el corazón. Asimismo, se evidencia a nivel espiritual que el corazón del hombre se lo describe en la Palabra de Dios, como el centro donde se anidan, sentimientos, emociones, pensamientos, por tanto, debemos guardarlo por cuanto de él mana la vida, tal como lo dice el predicador en Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. 

Lo maravilloso de todo esto, es que nuestro Eterno Padre, no hace acepción de personas, por cuanto Él envió a Su Hijo Jesucristo a morir por toda la humanidad. Él pago un precio alto por nuestras vidas. Él es el camino, la verdad y la vida, que nos lleva al Padre y nos concede la vida eterna.    

Si hoy Cristo aún no está en su vida, es tiempo que lo reciba en su corazón, porque Él desea que, como hizo la samaritana, el griego y el judío, lo haga usted en este día. Amado hermano y amigo, es tiempo de adorar, reconociendo abiertamente el anuncio que el Dios Verdadero y Eterno está con nosotros y entre nosotros por medio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, Shalom.