1 Corintios 3:1-2 “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía”.
Escrito Por: Ps. David Pérez Vera
La alimentación para nuestro cuerpo es concordante con la madurez del mismo, de manera gradual según nuestro crecimiento se determina el tipo de alimentación que debemos tener, evidenciado en cada etapa que el ser humano experimenta desde el día de su nacimiento.
En tal sentido y acorde a la aplicación que se quiere obtener para nuestra edificación espiritual, se hace necesario, considerar la analogía del apóstol Pablo a sus hermanos en Corintos, la cual considera que así como los bebes deben ser alimentados con leche, pues no pueden asimilar otro tipo de alimento, sucede de igual manera con aquellos que se mantienen inmaduros espirituales, solo pueden asimilar las enseñanzas y el alimento para el espíritu que son sencillas, además que dependen y se mantienen en él. Mientras que los que maduran ya no dependen de lo que se les da, sino que han sido preparados para que ellos puedan buscar, pedir y recibir la revelación de la escritura sin depender de nadie para ello, sino sólo del Espíritu Santo. El alimento sólido requiere de un organismo adaptado y maduro que le permita asimilar enseñanzas profundas sin prejuicios.
Por ello, en el presente contexto, debemos comprender que todo cristiano desde su nacimiento espiritual como hijos de Dios por medio de Cristo Jesús, debe reflejar en su vida el crecimiento sostenido, el mismo que es proporcional con su alimento espiritual. Lo lamentable es que muchas veces ocurre lo contrario y a pesar del tiempo transcurrido en la vida cristiana, sólo se alimentan con leche, evidenciando un estado de niñez espiritual, que los lleva a una inmadurez sin frutos para el Eterno.
Cuántos cristianos siguen siendo niños espirituales?. Que importante es para nuestro crecimiento y desarrollo espiritual contar con un alimento concordante a nuestro crecimiento. ¿Qué alimento estamos ingiriendo el día de hoy, leche o alimento sólido?. Recuerde Dios nos desafía cada día de nuestras vidas a crecer para una multiplicación efectiva. Si no nos alimentamos correctamente, no tendremos el crecimiento que el Eterno desea para nuestras vidas, como embajadores de Cristo, Shalom.