1 Corintios 4:2 “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”
Por: Ericka Herrera de Avendaño
La fidelidad es el pilar fundamental en la vida de una iglesia que persevera anclada en la fe. En 1 Corintios 4:2, Pablo nos recuerda que se espera que los administradores sean hallados fieles. Como miembros del cuerpo de Cristo, todos somos llamados a ser administradores de los dones y recursos que Dios nos ha confiado, y la fidelidad en este llamado es esencial para el crecimiento y la salud espiritual de la iglesia.
Ser fieles significa obedecer a Dios en todas las áreas de nuestra vida. No se trata solo de seguir reglas, sino de vivir una vida que refleje nuestro amor y devoción a Cristo. La obediencia a la Palabra de Dios nos guía a vivir de manera íntegra y nos ayuda a mantenernos firmes en nuestra fe, incluso en tiempos de prueba y dificultad. Una iglesia que persevera en la fe, es aquella que se compromete a seguir los mandamientos de Dios, con un corazón sincero y dispuesto.
Cada uno de nosotros ha recibido dones y talentos que debemos utilizar para edificar el cuerpo de Cristo. Ser fieles en nuestro servicio significa usar esos dones para glorificar a Dios y ayudar a otros a crecer en su fe. Una iglesia que persevera anclada en la fe es aquella donde cada miembro participa activamente, contribuyendo con su tiempo, recursos y habilidades para el bien común y el avance del evangelio.
Dios es fiel y nos llama a reflejar esa fidelidad en nuestras vidas. Su promesa de estar con nosotros siempre, incluso hasta el fin del mundo, nos da la fortaleza y el ánimo para seguir adelante. Saber que Dios es fiel nos inspira a ser fieles en nuestro caminar con Él y en nuestra misión como iglesia.
Amada iglesia, que seamos hallados fieles en todo lo que hacemos. Perseveremos en la obediencia, el servicio y la comunión, confiando en que nuestra fidelidad glorifica a Dios y nos fortalece. Que nuestra fidelidad sea un testimonio vivo de nuestra fe en Dios que es siempre fiel.