1 Corintios 4:20 “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”.

Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano 

“Menos palabras, más acción”. ¿Alguna vez lo ha dicho? Muchas veces Pablo fue desafiado por personas que anhelaban el liderazgo, pues lo habían entendido como una pirámide en la que todos sostienen a un líder que los gobierna desde arriba. En ausencia del apóstol, sostenían fuertes opiniones y palabras audaces. Querían contender por el poder. 

Pero el poder de Dios no se obtiene por contienda ni para contienda. Es recibir de gracia para dar de gracia. El liderazgo contencioso no tiene sentido en el nuevo reino que el Cristo vino a instaurar (Marcos 10:42-45). En la nueva vida, quien quiere liderar acepta que no está para que lo elijan, lo protejan y le sirvan, sino para servir, y se convierte voluntariamente en el servidor de todos, imitando a Jesucristo, quien deliberadamente tomó forma de siervo (Filipenses 2:7). Es un poder que no tiene atractivo para este mundo. Usted y nosotros, la Iglesia, tenemos ese poder. ¿Qué haremos con él?.