Estamos Ubicados en:
Ximena 421 y Padre Solano,
info@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216
Berajot
berajot@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216

1 Corintios 9: 24-25 “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”.

Por: Welinton Flores Flores 

La vida cristiana se compara con una maratón, no es una carrera contra nuestros vecinos, amigos, compañeros de trabajo, familia, hermanos en la fe, sino más bien, una carrera contra nosotros mismos y contra el enemigo de los cristianos. Pablo que vivía en un mundo de cultura greco – romana, donde nacieron las primeras olimpiadas, usa esta figura del atletismo para ilustrar una verdad espiritual; y es que los hijos de Dios, debemos correr la carrera que Él ha preparado para nuestras vidas de manera que la ganemos.

Correr para ganar; hace el paralelo con los atletas que entrenan con disciplina y lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno.

Nuestra motivación para entrenar en la carrera de la fe en nuestra vida cristiana, debe ser correr para ganar ese premio eterno. Sabiendo cual es la meta final y conociendo el propósito específico que Dios tiene para nosotros, podemos cruzar la meta; por eso, debemos buscar su dirección y la encontramos en su Palabra. Allí nos mostrará lo que Él quiere que hagamos con la totalidad de nuestra vida.

Jesús es la meta final. Él nos creó a propósito y con un propósito. Nuestro éxito depende de que hagamos la voluntad de Dios para correr y terminar bien la carrera de nuestra vida y cruzar la meta a la eternidad.

Usamos cookies para una mejor experiencia de usuario.