1 Crónicas 29:9 “Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente, porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente”
Por: Ericka Herrera de Avendaño.
En el libro de 1 Crónicas, encontramos un hermoso pasaje que nos habla sobre la alegría del pueblo al contribuir voluntariamente para la obra de Dios. El versículo nos dice que el pueblo se alegró al ofrecer sus donativos con corazón perfecto y voluntariamente a Jehová. Esta actitud de generosidad y gozo al dar nos enseña valiosas lecciones sobre nuestra relación con Dios y cómo podemos responder a su llamado hoy.
El acto de contribuir voluntariamente refleja una actitud de gratitud y amor hacia Dios. Es un reconocimiento de que todo lo que tenemos proviene de Él y un deseo de devolverle parte de lo que Él nos ha dado. Cuando damos de corazón, sin coacción ni obligación, experimentamos una profunda alegría y satisfacción en nuestro espíritu.
En este pasaje, vemos que el pueblo ofreció sus donativos con corazón perfecto. Esto significa que su motivación y actitud al dar eran sinceras y rectas delante de Dios. No daban por mero cumplimiento de un deber religioso, sino con un corazón agradecido y generoso. Nuestra actitud al dar es tan importante como el acto mismo, y Dios valora un corazón dispuesto y alegre al momento de diezmar y ofrendar.
La generosidad voluntaria también trajo gozo y alegría al rey David. Él se regocijó al ver la respuesta del pueblo, reconociendo que esta actitud de dar libremente y con alegría es un testimonio de la comunión y la confianza en Dios. El gozo de David nos inspira a cultivar un espíritu alegre en nuestros diezmos y ofrendas, confiando en que Dios es quien nos provee y bendice abundantemente, abriendo las ventanas de los cielos hasta que sobreabunde. En Malaquías 3:10 es la única parte de la Biblia donde Dios nos llama a probarlo.
Hoy, le invito a reflexionar sobre su actitud hacia el diezmar y ofrendar. ¿Da de corazón y voluntariamente, o lo hace con tristeza o una mera obligación? ¿Experimenta la alegría y la satisfacción que proviene de contribuir con generosidad en la obra de Dios?.
Oremos para que el Espíritu Santo nos transforme en personas generosas y alegres en dar, recordando que Dios es un Dios generoso y dador de toda buena dádiva. Que nuestro corazón esté lleno de gratitud hacia Dios, reconociendo que todo lo que tenemos es un regalo suyo. Que demos con gozo, sabiendo que estamos participando en su obra y confiando en que Él nos proveerá abundantemente. Que nuestra generosidad voluntaria sea un testimonio poderoso de nuestro amor y devoción a Dios.