1 Juan 4:19 “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”.
Por: Marianella Layana de Jácome.
El amor es una decisión, pero tenemos ese privilegio de decidir porque a través de Dios conocimos ese maravilloso sentimiento, amamos a Dios porque él nos amó primero. El experimentar la gracia y el amor de Dios no depende de nuestra capacidad de confiar, de sentir, o de recibir. Dios nos amó mucho antes de que nosotros pudiéramos amarlo, Él por amor entregó a su Hijo por mí y por toda la humanidad aun cuando no nacíamos y no habíamos pecado.
Dios dio el primer paso, nuestro amor es solo una respuesta de lo que Él nos entregó anticipadamente. Si ahora podemos amar a los demás y podemos expresarlo es porque Dios nos dio ese modelo, ese ejemplo de cómo es el amor. El hombre es voluble y sus emociones cambian, pero cuando decidimos amar a Dios y a nuestro prójimo independientemente de nuestro estado de ánimo, entonces estamos cumpliendo lo que Cristo nos mandó.
El amor no se limita a las palabras, el amor se expresa con acciones. Nuestro Dios nos lo demostró de una manera inigualable a través de Jesucristo. Nuestro comportamiento hacia nuestro prójimo, nuestras manifestaciones de amor hacia los demás, muestran al mundo que somos partícipes del amor divino y a quién pertenecemos.
Cada día es una oportunidad para que los demás conozcan del amor de Dios, perseveremos fielmente en amar a nuestro Padre, así como él nos amó a nosotros y amemos de la misma manera a todos los demás.