1 Pedro 1:2 “Conforme el plan de Dios Padre, que actúa en cada creyente en un proceso de santificación a través del Espíritu, para capacitarlos a la obediencia y que participen de los beneficios de la sangre de Jesucristo: Gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y paz, que es defender la justicia, sean multiplicadas en ustedes”. TCB
Por: Pst. David Agustín Pérez Vera
Amados hermanos y amigos, que el Eterno los bendiga grandemente hoy y siempre a cada uno de vosotros. Llegamos en este día al final de un hermoso periplo durante todo este mes de julio, bajo la premisa en particular de “Como discípulos de Jesús debemos seguir sus pisadas”. Lo cual, nos pone frente al mejor ejemplo que puede tener todo hijo de Dios, considerando para ello, la Palabra Viva y Eficaz, que conlleva en nuestras vidas a convertirse en la fuente de alimentación espiritual para una vida discipulada a los pies de Jesucristo y esta responda en ser una vida discipuladora al servicio del Reino de Dios.
En el contexto del texto bíblico, vemos que el apóstol Pedro estaba hablando de algo muy profundo cuando dijo: conforme al plan de Dios Padre. Él supo que era el mejor plan posible, el ser humano no se encuentra en posición como para desafiar Su plan. Él es el Creador y nosotros solo somos sus criaturas.
Ni siquiera determinamos el momento en que naceríamos, ni la familia a la cual llegaríamos, la estatura, ni el color de nuestros ojos, ni nuestro coeficiente intelectual. Lo que somos hoy se lo debemos a la Gracia del Eterno y Soberano Dios. Él es Aquel que determinó para nosotros todas las cosas. Todas ellas forman parte de Su gran plan. La palabra griega Jaris, se traduce: “Gracia”, el regalo que Dios da a través de su Hijo Jesucristo, por lo que, esto significa vivir la vida de Dios en su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, Salvador, Redentor y Maestro.
Cuando algunos miran sus vidas vacías y desordenadas por sus propias decisiones, muchos piensan que el Eterno no ha hecho las cosas bien. Pero tú y yo hoy debemos decir como hijos de Dios, lo contrario a este tipo de pensamiento, por cuanto, nuestro Padre Celestial Jehová de los Ejércitos, es Bueno, Compasivo y Paciente. Él quiere salvarnos, y quiere que tengamos vidas llenas de gozo y alegría. Dios es Aquel en quien podemos confiar y que bendición es saber, que somos benditos porque confiamos en el Omnipotente Dios.
Finalmente, la Palabra nos dice algo más en este texto bíblico y es que, el Eterno Dios quiere que tengamos paz, por eso el apóstol Pedro usa (eirene), término que tiene su trasfondo en las palabras hebreas “Shalom” y Shalem”, la primera traduce paz, la segunda “justicia e integridad”. En otras palabras, la fórmula gracia y paz indica la bendición en la vida que Dios otorga en Cristo Jesús.
Agradezcamos al Eterno por medio de su Hijo Jesucristo que, nos da la oportunidad de confiar en Su plan perfecto para nosotros, por lo cual debemos en todo tiempo pedir la capacidad de sujetarnos y aferrarnos a Él. Shalom. Maranatha………….