1 Pedro 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

Por:Dilvany Gámez de Moreno

Hoy nos estaremos enfocando, en que todo creyente debe vivir para servir; en la lectura de este día, vamos a considerar las implicaciones de administrar como mayordomos nuestros dones y talentos dentro de nuestra iglesia.  

Al expresar que somos administradores según la Palabra de Dios, significa que no somos dueños de nada, así como, tampoco nos pertenecen los talentos que hemos desarrollado, por lo tanto, el amor hacia los demás debe llevarme a servir con responsabilidad y la actitud correcta para beneficiar y fortalecer la vida espiritual de nuestros hermanos. 

Seguidamente, debo meditar sobre mi caminar en la congregación de los santos, la forma en que pongo al servicio mis habilidades. Para ilustrar este punto; en una iglesia local se habían programado las tomas de unas fotografías, al principio de la actividad había desorganización y a lo lejos se encontraba observando un creyente aficionado al ámbito fotográfico, seguidamente, se dispuso ayudar a organizar la puesta en escena para las fotografías, de esta forma, pudo servir con su talento al grupo de hermanos. 

Cuando usted observa algún detalle en su iglesia como éste, cuál es su actitud, va y sirve o actúa con indiferencia; meditemos pues, como estoy sirviendo a los demás.