1 Pedro 4:12 “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese”.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
Culminamos este mes de devocionales aprendiendo sobre una iglesia unida frente a la adversidad. Damos gracias a Dios por lo que él ha hecho. Cerramos con unas palabras de advertencia.
En este verso en que Pedro nos recuerda que la iglesia no es ninguna extraña a las pruebas. Ella, como el Señor, es experimentada en quebrantos, y por eso no se asusta ni se sorprende, ella se goza.
Se goza cuando es vituperada por el nombre de Cristo, porque se da cuenta de que para todos es evidente que lleva sobre ella la marca del glorioso Espíritu de Dios.
Se goza porque no es acusada por malas obras, sino como cristiana, y da gloria a Dios con su conducta. Y si hay reprensión, pues ella también se goza de que el juicio comience por la casa de Dios, porque esa es la voluntad de su Creador, que ella se salve a pesar de todas las dificultades.
Hermanos, vivimos tiempos en que la iglesia en todo el mundo, aun en los países de mayor tradición, población e influencia cristiana, está siendo llamada a una rendición de cuentas. Está siendo limpiada. Vemos denuncias de actos de maldad, de falsos maestros, de falsos líderes, de abuso espiritual, económico y sexual. Es vergonzoso para los que son descubiertos en falta y ciertamente es doloroso para todos nosotros.
Pero el cristiano que confronta la maldad y no soporta la injusticia, sino que sufre por el nombre y la causa de Cristo marca la diferencia, porque aun en la tribulación, podrá gozarse y levantar su rostro para glorificar a Dios.
No nos acobardemos ante este fuego de prueba. No nos ha acontecido ninguna cosa extraña. El Señor simplemente alista su venida. Esperémoslo con temor y temblor, y también con gozo.