1 Samuel 12:24: “Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.”
Escrito Por: Jackson Villalobos Duarte
El servicio a Dios es importante para el cristiano, pero también es importante presentar cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Romanos 12:1); presentar un servicio santificado y de corazón por encima de todas las cosas, ya que, el servicio no es a cualquier persona sino a nuestro Dios, el mismo que nos ama y tiene misericordia de nosotros, y también ve si nosotros servimos con un amor íntegro (1 Samuel 16:7).
En la primera parte del versículo 24 de 1 Samuel 12 leemos: “Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón,”; Samuel le dice al pueblo que teman a Jehová y que le sirvan con amor verdadero, un amor puro e íntegro, algo que debemos de hacer los hijos de Dios, porque ¿Cómo podemos decir amar a Dios, sino le servimos con amor?, en lo íntegro del cristiano esta la pureza y está la genuinidad, un amor puro, genuino y agradecido hacia Dios, que lo entrego todo por nosotros.
En la segunda parte del mismo versículo 24 leemos: “pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.” Aquí Samuel le dice al pueblo que consideren todo lo bueno que Dios ha hecho, y una de las acciones que podemos mostrar es agradecimiento, considerando las bendiciones de Dios en nuestra vida, su misericordia que día a día se renueva, y si Dios nos ha dado todo esto ¿Por qué no hemos de servirle de corazón?.
En la vida muchas veces encontramos dificultades, las cuales pueden llegar a durar un gran periodo de tiempo, pero si ante estas adversidades tomamos la decisión de no poner nuestra mirada en Cristo y servimos de mala gana ¿Qué clase de amor profesamos a Dios?, bien dijo Job: “¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?”.
Si decimos amar a Dios, nuestro amor debe de ser incondicional y recíproco, así como Él nos ama a pesar de fallarle, nosotros debemos de amarle; Dios no abandona a sus hijos, Él está ahí con nosotros en las adversidades y renueva nuestras fuerzas. Desafiémonos a servir con amor y un corazón íntegro, a Aquel que nos amó primero (1 Tesalonicenses 5:16-18).