1 tesalonicenses 4:11-12 “Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada”.
Por: Marianella Layana de Jácome.
La vida de un trabajador en una ciudad romana era difícil, y debe haberles parecido atractiva la idea de que tal vez no era necesario trabajar. Sin embargo, no es correcto dejar el trabajo cuando somos personas sanas y jóvenes para vivir del trabajo de otros
Cada cristiano que pueda trabajar, debe hacerlo. Él exhorta a los tesalonicenses a que trabajen con sus manos, con su esfuerzo para que no estén dependiendo de nadie, y así evitar ponerles cargas indebidas a otros.
En el contexto del versículo de hoy, habla sobre el amor fraterno. El amor y el respeto son esenciales y si nos dedicamos a llevar una vida de pasividad, viviendo de la caridad de otros eso no es muestra de amor ni de respeto para los hermanos o hermanas con corazones caritativos, provocando que éstos sean vistos como personas ingenuas.
El trabajo del que habla Pablo ya sea con o sin remuneración es importante, y los cristianos debemos caracterizarnos por ser los mejores trabajadores. El no trabajar con amor, con responsabilidad provoca un desprestigio para el cuerpo de Cristo.
Debemos preocuparnos por guardar nuestro testimonio ante el mundo, debemos preocuparnos del concepto o de la imagen que la sociedad genera acerca de los hijos de Dios. En lo personal tengo la oportunidad de trabajar con una persona muy amable, responsable, entregada al servicio de los demás, ella no es cristiana, pero su conducta deja un buen concepto de ella en todos los que le rodean, ganándose el aprecio y respeto de los demás. Si en nosotros mora Jesucristo quien es el mayor ejemplo de amor, paz, gozo, perdón, misericordia, pues eso es lo que debemos reflejar y compartir con los demás día a día donde sea que nos encontremos, ya sea en la casa, en la calle, en una oficina o empresa.
Padre amado ayúdanos a perseverar en fidelidad para poder realizar nuestro trabajo como tú nos lo has mandado a hacer, siendo honrados, diligentes en todo lo que esté a nuestro cargo.