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1 Timoteo 1:14 “Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús”.

Por: Ps. David Pérez Vera

Cuando hablamos de gracia, tenemos que dejar en claro, que se refiere a que recibimos algo que no merecemos. Por otra parte, algo que pasa con frecuencia, es que podemos sentir que nuestra fe en Dios y nuestro amor por Jesús y hacia el prójimo es inadecuado. 

Ante lo mencionado es menester sostener, que si tenemos la seguridad de que Cristo ha nacido en nuestras vidas, Él nos ayudará a crecer en nuestra fe y amor, en la medida que nuestra relación con Él se profundice. El Eterno está dispuesto a otorgarnos hoy por hoy, lo que siempre ha manifestado en su Palabra, para aquellos que desean recibir a Cristo Jesús como su Salvador y Señor, les otorgará toda la riqueza de su gracia y misericordia, en forma superabundante, a fin de ir perfeccionando día a día su obra en sus vidas. 

Considerando que su benevolencia va más lejos, al punto de que juntamente con esa misericordia, nos sea dada fe y amor en su Hijo Jesucristo. Por eso, si hoy decide recibir a Jesús en su corazón, usted se convertirá en un hijo de Dios, obteniendo automáticamente una vida nueva, permitiendo restaurar la comunión con Dios por medio de su Hijo. Tengamos presente que, lo que Dios nos da, es su gracia que excede para con sus hijos. ¿Y usted, ya está gozando de esa gracia infinita?,  Shalom.

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