1ra. Tesalonicenses 2:14 “Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos”.
Por: Walter Encalada Pazmiño
Los templos o congregaciones, refiriéndonos a la estructura física, es el lugar donde nos reunimos los salvos por su infinita gracia. La iglesia, cada persona que cree en Jesús como su Salvador y Señor, es sellado con el Espíritu Santo de Dios, y por tanto, su cuerpo es su templo.
El plan de Dios trazado para redimir a su pueblo, se ejecutó aquí en la tierra, con la llegada de Nuestro señor Jesucristo. Juan el Bautista, es el que prepara el camino del Señor, en el desierto de Judea, llama al pueblo con este mensaje “Arrepentíos por que el reino de los cielos se ha cercado”…”yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento ; pero el que viene tras de mi, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es mas poderoso que yo; el os bautizara en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3: 2,11).
El Señor Jesús da inicio a su evangelio por toda Judea, los nacidos de nuevo, los que creyeron en su nombre, sienten la necesidad de reunirse para escuchar las buenas nuevas de salvación, en principio comienzan a congregarse en las distintas casas de los recién convertidos. Tiempo después las reuniones serían en lugares llamados templos, esta palabra es de origen griego “Ekklesia” que significa “asamblea o reunión”, esta palabra se usaba desde el siglo V antes de Cristo, se refería a un grupo de personas que se reunían con un propósito.
En la traducción griega de la Septuaginta, se empleaba esta palabra para describir una asamblea de israelitas, este término se lo intercambiaba a veces con la palabra sinagoga, la palabra iglesia aparece dos veces en los evangelios, y solo en el libro de Mateo verso 16:18. En este pasaje el Señor hace referencia en sentido universal a una asamblea espiritual de cristianos, siendo este el cuerpo de Cristo del cual es su cabeza (Efesios 5:22), poniendo una relación cercana con la iglesia universal de su futuro reino. La segunda referencia de iglesia la encontramos en Mateo 18:17, en esta ocasión el término aplica a una congregación local, como lo usamos mas comúnmente. Luego, Pablo emplea este término iglesia para dirigirse a los grupos de cristianos, aparece en 1 Tesalonicenses 1:1; 2:14; 2 Tesalonicenses 1:1 como también a otros Iglesias, 1 Corintios 14:33 y Efesios 1:22, 5:23.