2 Corintios 12:10 “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
¿Es Jesús suficiente para usted? Esto no es un test de santidad. El apóstol Pablo confiesa en 2 Corintios 12 que había tenido experiencias sobrenaturales que no llegaba a comprender ni podía expresar con palabras humanas, y sin embargo, en la vida diaria, seguía batallando con sus debilidades, y entre ellas la tentación de enaltecerse.
No es de extrañar ni para juzgar. Nosotros apenas hacemos un servicio medianamente bien hecho, al ser felicitados, nos hinchamos de satisfacción. (Y si no somos reconocidos, nos inflamos de ofensa). El caso es que nos llenamos de aire, como un globo, y para dejarlo ir, hará falta un aguijón.
El contrapeso para la excesiva exaltación, dice Pablo, era su debilidad física, algo en su cuerpo que él quería que le fuera quitado, algo que seguramente lo limitaba y le volvía a poner los pies en la tierra, donde aún habitaba. A esto le llama un aguijón, una bofetada, un mensajero de Satanás. Lo que fuese, el Señor le dio una respuesta concisa: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Y con eso, el apóstol tuvo que contentarse. Y lo logró.
Por eso preguntamos, ¿es Jesús suficiente para usted? ¿Es Jesús satisfacción para usted? Cuando entra a su presencia, ¿se aplaca su alma?. Hermanos, Jesús es suficiente para fortalecernos y para defendernos. Si pudiésemos defendernos a nosotros mismos de los ataques espirituales o materiales, llegaríamos a pensar que no lo necesitamos a él. Llegaríamos a ser como tantas otras personas, que empapadas de experiencias sobrenaturales, ahora pregonan grandes ministerios a los que les ponen sus nombres (no el de él), cultos que giran en torno a su propia persona (no en torno a él). Sería un doloroso espectáculo. Acabaríamos enalteciéndonos. Y no a él.
Jesús quiere que sepamos que él es suficiente. Y que esa suficiencia brilla en toda su plenitud a través de nuestra debilidad. ¿Usted se reconoce débil? Abastézcase en Jesús. Entonces será fuerte.