2 Corintios 5:20 “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”.
Por: Ericka Herrera de Avendaño
Como iglesia, hemos sido llamados a representar a Cristo en la tierra. No somos meros espectadores de la fe, sino embajadores del reino de Dios. Nuestra misión es clara: Llamar a las personas a reconciliarse con Dios a través de Jesús. Pero esta tarea no se lleva a cabo con nuestras propias fuerzas, sino con el poder del Espíritu Santo.
Un embajador representa a su nación en un país extranjero. De la misma manera, nosotros representamos el reino de los cielos en este mundo. Llevamos el mensaje de amor, perdón y salvación, no con palabras vacías, sino con la autoridad y el respaldo del Espíritu Santo. Él nos da sabiduría, discernimiento y valentía para hablar con claridad y convicción.
A menudo podemos sentir no saber cómo hacer esta tarea. Quizás pensamos que no tenemos el conocimiento suficiente o tememos el rechazo de otros. Sin embargo, Dios no envía solos a sus hijos. Su Espíritu nos capacita para compartir el evangelio con poder y nos guía en cada conversación. No se trata de nuestra elocuencia, sino de Su obra en nosotros.
El mundo necesita escuchar el mensaje de reconciliación. Muchas personas viven alejadas de Dios, sin esperanza y en necesidad de salvación. Como embajadores de Cristo, debemos aprovechar cada oportunidad para compartir su amor y verdad. Nuestra vida, nuestras palabras y nuestras acciones deben reflejar a Cristo de tal manera que otros sean atraídos a Él. Hoy, reflexiona en tu llamado como embajador de Cristo. Pregúntate: ¿Estoy representando bien el reino de Dios? ¿Estoy aprovechando cada oportunidad para hablar de Jesús? Pide al Espíritu Santo que te fortalezca y te guíe en esta misión.