2 Pedro 3:18 “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén”.
Escrito Por: David Pérez Vera
A lo largo de la vida cristiana, la Palabra del Eterno nos ha enseñado y enseña que esta nueva vida es de constante crecimiento. Cuando alguien nace de nuevo, nace en la familia de Dios y, cuando esto ocurre, tengamos presente que, el propósito del Soberano Dios es que crezca y se vuelva maduro en Cristo Jesús. Hoy se nos dice por medio del texto bíblico que, debemos crecer, pero este crecimiento al cual se hace énfasis, no es precisamente el externo, sino más bien, desde la naturaleza espiritual.
Crecer implica desarrollar, aumentar la sabiduría, expandir el conocimiento. Para que este crecimiento sea una realidad más que una aspiración solitaria, es menester considerar el reflexionar en su alcance. Para que uno crezca adecuadamente en el conocimiento de Cristo, hay ciertas cosas que se deben practicar para que podamos crecer en la madurez espiritual.
En tal sentido, podemos manifestar que para nuestro crecimiento optimo, se requiere el alimento correcto y necesario, por lo que, necesitamos leer la Palabra de manera permanente y recurrente para guardarla en nuestro corazón, asimismo, necesitamos vivir en constante comunicación con el Eterno por medio de la oración en Cristo Jesús, lo cual nos lleva, descansar en plena confianza en el Espíritu Santo para que nos guíe en dirección y discernimiento ante la toma de decisiones. Esta ruta para el crecimiento optimo, necesita aún más, en consideración de la evidencia externa, por la comunión entre todos los cristianos en cumplimiento en obediencia de la gran comunión, lo que deja por sentado el amor y la obediencia, que representa nuestra adoración al Eterno.
Al llegar a la reflexión de este día, preguntémonos ¿hay crecimiento y desarrollo de la sabiduría en nuestras vidas? ¿damos al Eterno las Gracias en todo tiempo y bajo toda circunstancia? ¿es nuestra vida una verdadera adoración al Eterno por nuestro estilo de convivencia? Respuestas que demandan la sinceridad y madurez espiritual a la que hemos llegado hoy. Shalom.