2 Tesalonicenses 1:3 “Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás”.
Escrito Por: David Pérez Vera
Una palabra que retumba a través de todas las generaciones, desde el primer hombre hasta el presente y por la eternidad, es el Amor y no hablo de una palabra cualquiera, que tal vez en estos tiempos ha perdido el valor para muchos, por cuanto el mismo enemigo de nuestras almas se ha encargado por los siglos de los siglos, de engañar y hacer ver que el amor es algo minúsculo, comercial y desgastante. Que error mirar el Amor de esa manera, por cuanto, el Amor de acuerdo a la Palabra de Dios, es Dios mismo en 1 Juan 4: 8ª dice: “Dios es amor”, en otras palabras, Dios en esencia es el Amor.
Esa clase de Amor llegó a nuestras vidas, por medio de Cristo Jesús al recibirlo como nuestro Señor y Salvador, Romanos 8:38-39 “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”; he ahí la necesidad de demostrar al mundo, esa clase de Amor que vive en cada uno de los hijos del Eterno. Amor que nos lleva a mirar nuestro depósito de fe, si se encuentra en estado de crecimiento o decrecimiento, considerando que esto impactará directamente nuestra vida al marcar el corazón.
Las personas que están llenas del Amor de Dios, por medio Su Hijo Jesucristo, reflejan una vida de fe que agrada en todo sentido al Eterno, llevándolos a ser agradecidos, no sólo por lo que recibieron o la vida que viven, sino más bien sin importar la situación en que se encuentren en este mundo, el dar gracias a Dios por la vida, la familia, hermanos, amigos, da honra a su nombre, ante una fe que crece día a día, evidenciando así el Amor de Dios en nuestras vidas. Estás demostrando el amor de Dios hoy?, Shalom.