2 Timoteo 2:1 “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”.
Por: Pst. David Agustín Pérez Vera
En el contexto histórico y bíblico se sabe que el apóstol Pablo se encontraba encarcelado en Roma cuando se escribió esta epístola, y todo le hacía suponer que iba a ser ejecutado en poco tiempo. Estando en esas condiciones y circunstancias muy apremiantes escribió a su amado hijo Timoteo para advertirle de algunas cosas que estaban pasando en ese momento y de cuáles iban a ser las características de los tiempos que estaban por llegar en el futuro. En este sentido le dice que se esfuerce en la gracia, la cual es un regalo de Dios.
Si usted cree que puede reunir todo el valor que tenga y salir a vivir la vida cristiana por su cuenta, se va a llevar una gran desilusión. Somos salvados por gracia, y ahora hemos de vivir por la gracia de Dios y fortalecernos en esa gracia, nosotros tenemos un Padre Celestial que cuando las cosas andan mal en nuestras vidas, podemos ir a Él y apelar ante Él. Y cuando fracasamos, no tratemos de huir de Su presencia.
Amados hermanos y amigos, hemos comprobado que estar lejos del Eterno, es el castigo más grande que podemos sufrir y duele más. Dios nos ama como todo padre bueno ama a sus hijos y quiere estar con ellos cerca, pero si decidimos alejarnos de Dios Padre voluntariamente por cualquier razón estamos perdiendo oportunidades, el enemigo se da cuenta y nos pone trampas, es por eso que el apóstol Pedro dice en 1 Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.
Es por eso que nos conviene acercarnos al Eterno, y cuanto más cerca estamos, aprovechamos su Gracia y disfrutamos de su presencia. Si tenemos a Cristo en nuestro corazón, somos hijos de nuestro Padre Celestial y, todos los hijos de Dios Padre son guiados por su Espíritu Santo. Esta es, pues una hermosa verdad. Algunos se arriesgan a vivir bajo sus capacidades y deseos, y, lamentablemente muy poco saben sobre la Gracia de Dios. Están tratando de vivir la vida cristiana por sus propias fuerzas.
Padre Eterno te pedimos que este día y todos los días de nuestras vidas lo podamos vivir, siendo fuertes por medio de la Gracia que nos das en Cristo Jesús. Shalom.