3 Juan 1:3-4 “Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”.
Escrito Por: Nelly Jácome de Pérez
Para Juan, vivir en la verdad significa permanecer en las enseñanzas de Jesucristo y adherirse a la doctrina apostólica. Como creyentes, estamos llamados a conocer la verdad, vivir de acuerdo con ella y compartirla con los demás. Jesús mismo declaró: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).
La vida de Gayo era un testimonio de la verdad, y lo que impresionó a Juan no fue el hecho de que conociese la verdad, sino de que la siguiese y la viviese. Tenía una vida consistente, porque no predicaba una cosa y luego hacía otra, sino que andaba en la verdad.
En su esencia, el Cristianismo no es una institución a la cual pertenecer ni un ritual o un Credo, sino una vida para vivirla en comunión con Jesucristo. La Iglesia primitiva también fue llamada “el Camino” (Hechos 9:2; 19:9, 23; 23:32). La verdad no solamente es de carácter intelectual (conocimiento), también es comunión (primero, con Dios por medio de Cristo como resultado del amor del uno por el otro).
Está usted andando en la verdad? Está viviendo de acuerdo a los mandatos y preceptos que nuestro Dios ha establecido, para todos aquellos que le aman y le buscan con una disposición íntegra de su corazón?. Pero más allá de estos interrogantes enunciados, estamos viviendo en la plenitud de Cristo, saciados de Él, encarnados en todo lo que vivió en su ministerio terrenal, emulando su ejemplo humilde y de sumisión a su Padre Celestial, agradándole en todo, Amén.