2 Corintios 8:7 “Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia”.
Escrito Por: Jenny Flores de Villavicencio
Los creyentes de Corinto sobresalían en todo; fe, buena predicación, muy solícitos en sus actividades, pero Pablo quería que demostrarán su disposición para actividades donde se ve involucrado su economía, quería que fueran líderes en ofrendar, ya que el dar es una respuesta natural de amor.
Estaba tan conmovido el corazón de Pablo que insta a todas las iglesias de aquel entonces, pero también a nuestros tiempos actuales, a que participemos de la gracia que abunda del corazón de Dios, para manifestar su poder y misericordia en el dar, que así como muchos son bendecidos por Dios con una fe que persevera en el Señor, otros son bendecidos con palabras que llegan al corazón de los hombres, otros con conocimientos maravillosos, otros en dedicación y amor para con la iglesia.
Sobresalgamos de lo normal, de lo básico, para ir más allá en el dar. No debemos esperar que alguien nos recuerde el acto de ofrendar, si realmente usted ama a Dios para que la obra crezca, empiece a dar pasos firmes de fe y obediencia desde hoy. En virtud de que parte de la adoración a Dios es también la expresión material, despréndase de ideas y pensamientos negativos y desafíese a dar para la obra de Dios. Diezmar y ofrendar no debe ser una imposición, sino debe ser la muestra de amor de un corazón agradecido a Dios por sus múltiples beneficios; acción que coadyuvará a sostener la casa de oración, para que se cumpla la gran comisión en la tarea de llevar el evangelio a todo lugar; para que muchos sean ordenados para vida eterna.