Estamos Ubicados en:
Ximena 421 y Padre Solano,
info@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216
Berajot
berajot@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216

1 Timoteo 6:18 “Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos”.

Escrito Por: Jenny Flores de Villavicencio

El ser rico en este mundo es totalmente diferente de ser rico para con Dios. Vemos que el poder económico ha vuelto egoísta al ser humano, que solo piensa en engordar sus cuentas y crecer en bienes materiales, pero nada es más incierto que la riqueza del mundo.

Se ha preguntado alguna vez, Cuál es mi motivación para dar? ¿Lo soy porque tengo suficiente o porque quiero bendecir a otros con lo que tengo?, (no importa cuánto) Cuando obramos generosamente, lo hacemos en base a lo maravilloso que es poder actuar de acuerdo con el corazón de Dios, porque cuanto más rico es un hombre, más abundantes son sus medios de hacer el bien a los demás y bendecir la obra evangelista.

“Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”. Hebreos 13:16 La palabra de Dios aconseja que seamos ricos en buenas obras; y que abundemos en el desempeño de ellos, dando frutos del Espíritu permitiendo que sea el mismo Espíritu de Dios, que nos guíe a vivir vidas dignas, de testimonio ante nuestros semejantes. En nosotros está el poder hacer cosas infructuosas y malas o hacer mucho bien, que beneficie a los demás.

Dios nos dé el discernimiento para hacer el bien y actuar con sabiduría, compartiendo la buena enseñanza que da la palabra de Dios, cuando usted comparte algo, trae gozo y produce satisfacción emocional, por eso el creyente da, porque produce felicidad. Sin embargo, para experimentar esa felicidad, debemos estar dispuestos, generosos, y agradecidos, considere que sus verdaderas riquezas se encuentran más en el ejercicio de la gracia.

Usamos cookies para una mejor experiencia de usuario.