Hechos 16:25 “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían”.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
La adversidad no es justa. En eso se diferencia de las consecuencias de nuestro pecado. La adversidad se ensaña con el santo y no le permite defenderse. Como ocurrió con Job, así ocurrió con Pablo y Silas. Liberaron a una joven esclava que tenía espíritu de adivinación y se había convertido en fuente de ingreso para sus amos. Estos los capturaron, los acusaron ante las autoridades de un cargo falso, y las autoridades, sin oír el testimonio de Pablo y Silas, los azotaron y los encarcelaron.
¿Qué parte de todo eso es justo? Ninguna. Sin embargo, y dado que este mes nos estamos enfocando en una actitud de unidad frente a la adversidad, veamos qué fue lo que unió a Pablo y Silas en la prisión. No fue un plan para escapar o la búsqueda de un abogado o de dinero para la fianza. Ambos se unieron para cantar himnos.
Los himnos tienen una particularidad, los han estado cantando los santos desde hace siglos, y los siguen cantando hoy, aunque cada vez menos. Los vamos reemplazando por música contemporánea, porque desconocemos su historia. Los himnos no fueron compuestos para dar conciertos ni para vender álbumes. Fueron condensados del sufrimiento de la iglesia, en vez de lamentar y maldecir, eligió poner su esperanza cantada en Dios. Aunque son hermosos, no tienen la misión de gustarnos, no tienen nada que ver con una experiencia estética o agradable al oído humano. Tienen un destinatario. “Cantaban himnos a Dios”. Y tienen unos beneficiarios. “Y los presos los oían”.
Cuando la iglesia se une en adoración en medio de la adversidad, el mundo oye. El mundo ve. Sobre todo, aquellos que están en el mismo nivel de sufrimiento por el que estamos pasando ahora. Gente a la que no conoceríamos si no estuviésemos experimentando ese dolor. Compañeros de celda, de hospital, de empleo o de desempleo. Aunque no damos conciertos, tenemos una audiencia. Así como es necesario que pasemos por muchas tribulaciones, es necesario que nos unamos en adoración en todas ellas.