1 Corintios 12: 10a. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía.
Escrito Por: Dilvany Gámez de Moreno
Es importante tener presente, al don de milagros, del mismo modo, como tratamos al don de fe y de sanidad; en primera instancia, no es una facultad humana, como si los que hacen milagros fueran los únicos en tener el poder de Dios y en segundo lugar, los milagros es sólo una forma de la manifestación del poder del Espíritu de Dios, ya que es el mismo Espíritu que nos da esperanza, fortaleza en medio de las pruebas; la palabra milagros aquí, se refiere a proezas o hazañas, indicando a su vez, que el hacer milagros es una operación de Dios por medio de un miembro del cuerpo de Cristo.
En relación al don de profetizar, cuyo don ha sido controversial en el pueblo evangélico dado que muchos estudiosos teológicos, expresan diferentes posturas acerca del mismo, por lo tanto, vamos a considerar la posición más consensuada entre los expertos; el cual define a la profecía como el acto de declarar en un lenguaje sencillo lo que Dios ha traído a la mente, lo que se conoce como el acto de predicar o de exponer la Palabra de Dios. No se refiere a predicción de eventos futuros.
Por otro lado, debemos considerar lo que señala el Antiguo Testamento cuando el profeta era quien comunicaba las palabras de Dios al pueblo y en el Nuevo Testamento se enfoca en comunicar el mensaje de Dios de manera que se comprenda sin dificultad. Profetizar y declarar lo que dice la Palabra de Dios, es el encargo que como siervos fieles debemos aplicar en nuestro diario caminar, a fin de buscar su perfecta voluntad.