Hechos 12:1-5 En aquel mismo tiempo, el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.
Escrito Por: Marianella Layana de Jácome
Cuando alguien ora solo para pedir y Dios no le concede lo que pide de la forma como lo espera se siente decepcionado y termina cansándose de orar. Esta es la razón por lo que muchos cristianos dicen ya estar desanimados y sin fuerzas para continuar al lado de Jesús. Sin embargo, la oración es un arma poderosa con la que cuenta el cristiano.
No debemos desesperarnos en los momentos difíciles, no es correcto presentar delante de Dios una oración desesperada.
La iglesia en aquel entonces estaba pasando momentos muy difíciles de suprema angustia, estaban siendo maltratados, habían matado a Jacob, Pedro estaba preso sin posibilidades de salir.
¡Todo les estaba saliendo mal! Muchas veces nos sentimos así, que por más que nos esforzamos no conseguimos lo anhelado.
No había manera humana que pudiera ayudar a Pedro, así que decidieron usar el recurso más poderoso y eficaz que tenían, la ORACIÓN.
Herodes ya había dado la orden de matar a Pedro pero Jesús se adelantó y envió a un ángel para que lo libere, y Pedro creyó aún más en el Poder de Dios.
Dios permite que pasemos por estas situaciones difíciles para que creamos en El y aumentemos nuestra fe, pero muchas veces cometemos el error de cuestionar a Dios y queremos que las cosas se hagan a nuestra manera.
Los apóstoles se reunían para orar unánimes que significa estar en un mismo sentir, tener el mismo propósito u objetivo, lastimosamente muchos de nosotros estamos en una congregación juntos, pero no unánimes, cuán importante es la unidad en la Iglesia para que haya ese verdadero crecimiento espiritual.
La Oración es un estilo de vida, no solo es para pedir o exigir un milagro, la oración es esa puerta que nos lleva a la presencia de Dios, nos hace sentir victoriosos independientemente del resultado de nuestra petición. A través de la oración podemos deleitarnos en las maravillas y en el poder de Dios y manteneros gozosos aún en medio de la tribulación.