Éxodo 23:7 De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.
Escrito Por: Marianella Layana de Jácome
En esta sociedad en la que vivimos ya no se puede distinguir lo falso de lo verdadero; la verdad solo puede ser entendida por un corazón transformado en Cristo, el resto seguirá creyendo aquello que le sea más conveniente a su naturaleza, o sea la mentira. Quien va a querer creer en una verdad que le impide darse satisfacción a sí mismo, que limita el desborde de sus emociones, nadie quiere eso, es mejor quedarse con la mentira que ser confrontado con la verdad.
Una Iglesia que crece en gracia echa afuera todo espíritu de mentira y de engaño. Todos sabemos quien es el Padre de la mentira. Apocalipsis 12:9 “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.
La mentira ha sido y será el arma que el enemigo usará para confundir y reinar, porque solo puede reinar sobre aquellos que la creen. Por eso Jesús nos dice: “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” Juan 8:32
No podemos tolerar la mentira en nuestras vidas, aunque sea difícil de confrontar, pidamos a Dios la gracia que nos permita abandonar todo engaño que hayamos creído y podamos ir a la perfección en Cristo.
Como la iglesia de Cristo que somos debemos predicar la verdad y hacerla manifiesta a todos con nuestro ejemplo.
Debemos crecer en el ejercicio de nuestro discernimiento y usar debidamente la autoridad en Cristo y la palabra de Dios. Ten siempre presente “Mayor el que está en nosotros, que el que está en el mundo”