Hechos 2:47 “Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.
Escrito Por: Jenny Flores de Villavicencio
No basta con predicar y ver, con asombro y admiración, la forma como Dios nos lleva a nuevos niveles de crecimiento en la comunidad de creyentes. Es necesario que la iglesia de un buen testimonio.
Dar buen testimonio no es solo expresar frases que nombren a Dios, si no debe estar ligado a las acciones cotidianas de nuestra vida. Como iglesia tenemos un enorme compromiso hoy, llegar hasta los últimos rincones de la tierra, cómo lo dice Mateo 28:19-20.
Es el Señor el que añade, esto significa que es Dios quien nos lleva a amar y orar por aquellas almas que serán añadidas, es Dios que nos enseña a valorar la iglesia y por iglesia me refiero a todo lo que ella compone: no solo a los creyentes que somos la iglesia, sino también el tiempo de unidad congregacional, los tiempos de clamor y oración, los cultos, el cuidado y mantenimiento del templo, y todo lo que lleva a la adoración y la obediencia.
El texto nos habla de añadir ¿qué significa añadir? Añadir no es solo asistir sino ser parte de la iglesia, es unirnos unos con otros, en la adoración, en las necesidades, Cristo nos llama a la unidad de la iglesia. Nos llama a ser una comunidad cristiana unida, saludable y amorosa.
Para crecer y multiplicarnos, es necesario contar con una iglesia que impacte y guíe a personas al camino de la salvación y para esto contamos con la ayuda del Espíritu Santo, que es nuestra ayuda para andar en sabiduría y gracia para con Dios y los hombres.