Génesis 12:3 “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.
Escrito Por: Nelly Jácome de Pérez
Dios le da a Abram un mandamiento y luego tres promesas. Abram debe marcharse de su tierra, sus parientes y de la casa de su padre. Por su obediencia, Dios promete hacer de él una gran nación, darle un gran nombre y bendecir a todo el mundo por medio del linaje de Abram. Esta serie de promesas sorprende porque en este momento, Abrahán tiene 75 años y no tiene hijos.
Si algo hacía Abram, era escuchar la voz de Dios. Él tenía una profunda relación con Él. Nuestra prioridad es oír lo que Dios nos quiere hablar, y estar atentos cada día a escucharle por medio de su palabra, la Biblia en un tiempo de comunión con Él. Si Abram no hubiera oído y creído a Dios, no hubiera sido llamado amigo de Dios y el padre de la fe. Dios no miente, cada promesa que Dios le ha dado Él la cumplirá, solo debemos obedecer y esperar en Él.
La bendición que trascendió a que en él serían benditas todas las familias de la tierra, se cumplió en Jesucristo cuando vino a este mundo a darnos salvación y vida eterna, por medio de su sacrificio en la cruz del calvario. Dios cumple sus promesas, Él no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él lo dijo, Él lo hará.
Por tanto, la Palabra de Dios debe producir fe en nosotros, pero esto implica una actitud receptiva, dispuesta y anhelante de que Dios dirija nuestras vidas. Qué hará ante el llamado y la voz de Dios?. Qué le ha dicho Dios en el Pasado que aún no ha obedecido?. Qué promesas le ha dado Dios?. Qué decisiones toma como respuesta a esta Palabra?.
Señor Jesús, ayúdame a caminar cada día en este viaje de la fe, escuchando cada día tu voz, como lo hizo Abram que sin conocer el camino, te obedeció con fe. Señor cuando tu Palabra y tus promesas no se vean cumplidas en mi tiempo, ayúdame a vivir en gratitud y obediencia con fe y confianza en Ti, sin caer en la queja ni desconfianza, en tu nombre lo pido, amén.