Génesis 47:27 “Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran manera”.
Escrito Por: Nelly Jácome de Pérez
La tierra de Gosen estaba en la tierra de Egipto, este pedazo de provincia o pueblo pertenecía al reino de Faraón. Faraón les dio a vivir en este lugar a la familia de José: su padre Jacob, a sus hermanos y sus familias, que totalizaban 70 personas. La razón de apartarlos del resto de egipcios, era debido a su oficio de pastores, actividad que ellos aborrecían y consideraba indigna.
Mientras que los egipcios se endeudaban, los israelitas prosperaban. Seguramente eso originó la envidia de los egipcios, los que una vez que murió José terminaron esclavizando a los israelitas (Éxodo 1:6-14). Pero no solo prosperaron, sino que se aumentaron y multiplicaron en gran manera. En casi 400 años se convirtieron en una nación de unos dos millones de personas o más.
Aunque la tierra de Gosen estaba en Egipto, a Dios no le importo bendecirlos en medio de un lugar de pecado y desobediencia, eran tan mala la vida allí que Dios envió diez juicios sobre ellos. Jamás faltó la provisión y cuidado de parte de Dios para Israel. Así como Dios guardó a su pueblo en medio de la pobreza y la escasez mientras duraba el trato de Dios con Faraón y Egipto. De la misma manera sigue guardando a los que conformamos su iglesia, el cuerpo de Cristo, no importa la prueba que venga a este mundo, el hambre que se dice se avecina, nuestro Adonay tendrá cuidado de sus hijos. Gosen era una tierra de provisión para los hijos de Dios, en cualquier tiempo de prueba Él nos alimentará y tendrá cuidado de nuestras familias, ¿Aleluya!.
Nosotros somos justos por la sangre de Jesucristo ella nos justificó, limpiando y perdonando nuestros pecados, somos simiente del Dios de Israel por su hijo amado. Nadie de nosotros sus hijos, mendigaremos pan, el Eterno nos proveerá. La promesa es y ha sido también para nuestras descendencias. Viviremos viendo la provisión de nuestro Dios todos los días, jóvenes somos y llegaremos a la vejez y nunca mendigaremos, ni nunca nuestra descendencia lo hará.
Padre Celestial, te damos gracias porque tu Palabra nos deja claro que no desamparas a tus hijos en medio de las pruebas, tu diestra nos sustenta y seguirá sustentando, aunque la tierra tiemble, aunque todo sea violencia a nuestro alrededor, aunque el sol nos sofoque, aunque haya escasez de alimentos, siempre tendrás un Gosen para tu pueblo amado y sus generaciones, amén.