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Gálatas 5:13-14 “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Escrito Por: Jackson Villalobos Duarte

La integridad no solamente debe de ser un concepto que permanezca en teoría, sino que debe de ser un concepto que se lleve a la práctica, más aún en nuestro entorno social. Uno de esos entornos sociales es nuestro vecindario, el lugar donde compartimos con nuestros vecinos; la buena convivencia es clave para que los moradores de una vecindad se respeten y que mantengan una conducta alegre y educada unos con otros.

En el versículo 13 de gálatas capítulo 5, podemos leer: “solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.”, en este versículo, el apóstol Pablo nos aconseja que no usemos nuestra libertad para dar rienda suelta a nuestros deseos carnales e impulsos, sino que usemos nuestra libertad para servir con amor, que, como hijos de Dios, usemos nuestra libertad para emular el ejemplo del amor de Cristo (Juan 13:34).

Cristo nos dejó un mandato, uno del cual debemos de obedecer porque él lo manifestó plenamente, este mandato Pablo lo menciona en el versículo 14 de gálatas capítulo 5: “…Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”, como podemos leer, el mandato es claro: amar a nuestro prójimo, es decir, amar a nuestro hermano, amar a nuestro amigo, amar a nuestro vecino, ya que, cuando uno tiene amor propio, a uno no le gusta que le pasen cosas malas, ¿Por qué entonces queremos que le sucedan cosas malas a nuestro prójimo?, esa es la importancia del amor de Cristo en nuestras vidas.

Estimado lector, en el pasaje de Gálatas 5: 13-14 es claro, como hijos de Dios debemos de ser embajadores de su evangelio, debemos de ser heraldos de su amor y su justicia, y proclamarlo, no solamente de labios sino de acciones, dando un buen trato a nuestros vecinos y mostrando el testimonio de amor que Jesús nos dejó mientras estuvo en la tierra. Como cristianos debemos de mostrar integridad al tratar a nuestros vecinos, como Jesús los trataría.

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