Apocalipsis 2:10b “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”.
Por: Marianella Layana de Jácome
En el contexto de este versículo la iglesia en Esmirna iba a pasar por un período breve de prueba de fe. Por lo tanto, debía ser fiel en aquellas pruebas. Para los hijos de Dios las pruebas y las adversidades son transitorias. Las tribulaciones, queramos o no, llegan a nuestra vida no con un por qué, sino con un para qué. A Través de su Palabra vemos el relato de hombres y mujeres que pasaron por pruebas muy difíciles, que al final del tiempo trajeron mucha bendición a sus vidas.
Tal vez si conociéramos el resultado o el desenlace de la prueba tendríamos otra actitud, nos mostraríamos más confiados, más seguros y por supuesto mucho más agradecidos. Las tribulaciones tienen consecuencias favorables, que nos llevan a la bendición. A través de ellas es cuando nos acercamos más a Dios. Porque cuando nos hallamos en diversas pruebas, buscamos orar fervientemente, es cuando podemos experimentar el poder maravilloso de Dios en nuestras vidas, porque su poder se perfecciona en nuestras debilidades.
Es cuando aprendemos a ser pacientes porque sabemos que la tribulación produce paciencia (Santiago 1 :3), y nos lleva a experimentar el verdadero gozo indistintamente de la situación que estemos experimentando (tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas Santiago 1:2). Su Palabra y sus promesas son las que nos consuelan y nos confortan en medio de las adversidades.
Nadie conoce cuánto tiempo durará nuestra prueba, pero lo que sí debemos estar seguros es que Dios está con nosotros en todo tiempo y nunca nos abandonará y que todo está bajo su control. Para Dios la fidelidad es importante y menciona que incluso debe ser a costa de nuestra propia vida. El no creyente, el que es infiel experimenta dos muertes, más los verdaderos hijos de Dios, los fieles experimentamos una sola muerte y después de eso la vida eterna. Perseveremos fielmente hasta el final, aún en medio de las pruebas y adversidades, pues nuestra recompensa está en los cielos.