Gálatas 6:2 “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”.
Por: Ericka Herrera de Avendaño
El cuidado mutuo es un pilar esencial, una iglesia que persevera anclada en la fe, es exhortada a sobrellevar las cargas de los demás y, al hacerlo, cumplir la ley de Cristo. La ley de Cristo es el mandamiento del amor. Jesús nos enseñó a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y este amor se manifiesta de manera práctica cuando nos ayudamos unos a otros en tiempos de necesidad. Al cuidar de nuestros hermanos y hermanas en la fe, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús y cumpliendo su mandamiento de amor.
Sobrellevar las cargas de los demás implica estar presentes y dispuestos a ayudar en momentos de dificultad. Esto puede significar ofrecer apoyo emocional, ayuda práctica o simplemente estar allí para escuchar. Cuando compartimos las cargas de los demás, aligeramos su carga y fortalecemos la unidad y el amor en nuestra comunidad de fe.
El cuidado mutuo es un testimonio poderoso del amor de Cristo. Cuando la iglesia actúa con compasión y cuidado hacia sus miembros, el mundo ve una imagen tangible del amor de Dios. Este cuidado mutuo no solo edifica la iglesia internamente, sino que también atrae a otros a la fe, mostrando que somos discípulos de Jesús por el amor que tenemos los unos por los otros. Al apoyarnos unos a otros, enfrentamos juntos las pruebas y desafíos de la vida. Esta unidad nos da la fortaleza para perseverar en la fe, sabiendo que no estamos solos, sino que somos parte de un cuerpo unido y sostenido por el amor de Cristo.
Amada iglesia, que el cuidado mutuo sea una característica distintiva de nuestra congregación. Que sobrellevemos las cargas de los demás con amor y compasión, cumpliendo así la ley de Cristo. Perseveremos anclados en la fe, apoyándonos y edificándonos mutuamente, reflejando el amor de Jesús en todas nuestras acciones.