Estamos Ubicados en:
Ximena 421 y Padre Solano,
info@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216
Berajot
berajot@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216

Hechos 1:8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

Por: Ericka Herrera de Avendaño

Antes de ascender al cielo, Jesús dejó esta promesa a sus discípulos: el Espíritu Santo sería derramado sobre ellos para capacitarlos como testigos. Este poder no es humano, sino divino. Es el mismo Espíritu que resucitó a Cristo, el que nos llena de valentía, nos da palabras precisas y transforma corazones.

Ser testigos no es solo contar lo que Jesús ha hecho en nuestras vidas, sino demostrar su amor con nuestras acciones. En Jerusalén (nuestro círculo cercano), en Judea (nuestra comunidad), en Samaria (los lugares menos esperados) y hasta lo último de la tierra, llevamos el mensaje de reconciliación.

El Espíritu Santo nos guía hacia personas y lugares que necesitan escuchar el evangelio. Nos recuerda que esta misión no depende de nuestra habilidad o conocimiento, sino de nuestra disposición para ser usados por Dios. Él obra a través de nosotros de maneras que van más allá de lo que podemos imaginar.

¿Cómo puedo ser un testigo fiel en mi entorno inmediato? ¿Hay alguien que necesite conocer acerca de Jesús?. Padre Celestial, guíame a través de tu Santo Espíritu, para ser un testigo fiel de tu gracia. Dame discernimiento, para ver las oportunidades que me das para compartir de Cristo, en el nombre de Jesús, Amén.

Usamos cookies para una mejor experiencia de usuario.