Hebreos 10.24-25 “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”.
Por: Xavier Yánez Cando
En estos versículos de la palabra de Dios se nos llama a vivir en comunidad, fomentando el amor y las buenas obras entre los creyentes y al prójimo. Nos recuerda la importancia de congregarnos regularmente, no solo para nuestra edificación personal, sino también para animar y fortalecer a otros en la fe.
El autor de la carta a los Hebreos en estos pasajes de la Biblia empieza diciendo: “Y considerarnos unos a otros”, esto implica una atención activa y un interés genuino por el bienestar espiritual de los demás, el propósito de esta consideración es “estimularnos al amor y a las buenas obras”, esto significa motivar y animar a los demás a vivir una vida genuina de amor y servicio.
Nuestro objetivo como comunidad cristiana debe ser impulsarnos unos a otros a crecer en amor y a realizar acciones que como iglesia reflejen el carácter de Cristo y su obra redentora hacia los demás, el estímulo puede manifestarse de diversas formas: palabras de aliento, actos de servicio, corrección amorosa y el ejemplo de una vida íntegra.
La iglesia no es solo un lugar, sino una familia espiritual. La comunión fortalece nuestra fe, debemos corregirnos y animarnos con amor es parte del crecimiento cristiano.
Te invito a que participes activamente en las actividades de nuestra iglesia, vivas el amor cristiano con acciones concretas y animes a otros a crecer en la fe.