1 Tesalonicenses 5:11 “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como también lo hacéis”.
Por: Xavier Yánez Cando
El Apóstol Pablo, en su primera carta a los Tesalonicenses, está instruyendo a la iglesia sobre cómo vivir en comunidad y cómo prepararse para la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, en este versículo, los anima a edificarse mutuamente, algo que ya estaban practicando.
Este versículo nos recuerda la importancia de la comunidad cristiana y el papel que desempeñamos en la vida de nuestros hermanos en Cristo. Como iglesia estamos llamados a ser fuentes de ánimo y edificación, construyendo relaciones que fortalezcan nuestra fe y nos impulsen a crecer en amor y servicio, además debemos ser intencionales en animar a nuestros hermanos y hermanas, ofreciendo palabras de aliento y apoyo en momentos de dificultad.
La edificación implica construir sobre la base de la fe, ayudando a otros a crecer en su conocimiento de Dios y en su relación con Él. No basta con asistir a la iglesia; debemos participar activamente en la vida de la comunidad, buscando oportunidades para servir y edificar a otros.
Reflexionemos y contestemos estas inquietudes: ¿Estoy siendo una fuente de ánimo y edificación para mis hermanos en la iglesia?. ¿Cómo puedo participar más activamente en la vida de mi comunidad cristiana?.