Colosenses 3:12 “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”.
Por: Xavier Yánez Cando
El Apóstol Pablo está escribiendo a los Colosenses, una comunidad de creyentes que necesitaban instrucción sobre cómo vivir una vida que reflejara su nueva identidad en Cristo. En este versículo, les insta a “vestirse” con ciertas virtudes que son características de los escogidos de Dios.
Somos llamados a ponernos el traje de la misericordia, la bondad, la humildad, la mansedumbre y la paciencia. Estas no son solo cualidades agradables, sino que son esenciales para vivir como “escogidos de Dios, santos y amados”. Al vestir estas virtudes, reflejamos el carácter de Cristo y honramos nuestro llamado.
Recordemos que somos escogidos y amados por Dios. Esta verdad debe motivarnos a vivir de una manera que honre su nombre, la misericordia no es solo un sentimiento, sino una acción. Debemos mostrar compasión y ternura hacia los demás, especialmente hacia aquellos que están sufriendo o necesitados.
La humildad, mansedumbre y paciencia son virtudes que nos permiten construir relaciones sanas y armoniosas. Debemos ser humildes en nuestra actitud, mansos en nuestras palabras y pacientes en nuestras interacciones con los demás.