2 Timoteo 2:2 “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”.

Por: Xavier Yánez Cando

El Apóstol Pablo, escribiendo a su joven discípulo Timoteo, le anima a continuar el ministerio que le ha sido encomendado. Le recuerda que el discipulado no es un evento aislado, sino una cadena de transmisión de la verdad de generación en generación.

Este versículo nos enseña la importancia de la transmisión del discipulado. Pablo instruye a Timoteo a pasar las enseñanzas que ha recibido a hombres fieles, quienes a su vez serán capaces de enseñar a otros. Esta cadena de discipulado asegura la continuidad y la pureza del evangelio.

Debemos recibir la Palabra de Dios con humildad y gratitud, y luego transmitirla a otros con fidelidad y diligencia, el discipulado efectivo requiere hombres y mujeres fieles, comprometidos con la verdad de Dios y dispuestos a servir a los demás.

No basta con ser fiel; también debemos ser idóneos para enseñar. Esto implica tener un buen conocimiento de la Palabra de Dios y la capacidad de comunicarla con claridad y eficacia, el discipulado no se trata solo de nuestro crecimiento personal, sino de invertir en el crecimiento de otros, quienes a su vez invertirán en el crecimiento de otros, y así demostramos el amor hacía los demás como iglesia.