Salmos 37:39 “Pero la salvación de los justos es de Jehová, Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia”.

Por: Nelly Jácome de Pérez 

David dice que nuestra salvación viene de Jehová, que sirve como nuestra “Fortaleza”. Pensar en una “Fortaleza”. Es un lugar. Tiene una ubicación. Me estoy a salvo porque me encuentro el lugar y entro en él. La Fortaleza ofrece seguridad, siempre y cuando me mantenga en ella.

Hay un extraño fenómeno que ocurre a veces a las personas cuando están en circunstancias que amenazan la vida. Ellos, literalmente, abandonan la seguridad de su refugio. Ellos abandonan el barco. Si están en un edificio, van a saltar por la ventana a una muerte segura. Llegarán a estar tan ansiosos y tan abrumados por el miedo, que abandonan por completo su seguridad.   

Debemos mantenernos dentro de la fortaleza. ¡Esta es una distinción importante! Cuando dejamos la fortaleza, la fuerte de su defensa y seguridad, tomamos nuestro futuro en nuestras propias manos. Por tanto, asumimos todos los riesgos para nuestro bienestar. 

Cuando se trata de salir de la fortaleza que tenemos en el Señor, estamos saltando esencialmente a nuestra muerte segura. Independientemente, de lo difícil que se ponga, mantente dentro de la fortaleza.  En la fortaleza, el Señor nos ayuda y nos salva. La idea es que el Señor tiene todos los suministros y recursos que necesitaremos para ser sostenidos con seguridad.  Somos guardados y salvados porque nos refugiamos en el Señor. Nuestra fortaleza no es sólo un lugar de nuestra seguridad, es el hogar de las fuerzas de victoria.
Amado hermano, vienen tiempos difíciles. Los malvados van trazar planes en tu contra. Satanás va a planificar tus problemas, creyendo que si él puede causarte bastantes problemas vas a alejarte de tu fe en Cristo Jesús. ¿Cuál es la respuesta? Refugiarte en el Señor, tu fortaleza. Él te mantendrá seguro. Él te sustentará. Y, te librará a través de tus dificultades y te dará la victoria, Amén.