Exodo 18:20 “Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer”.
Por: Walter Encalada Pazmiño
Es pertinente conceptualizar las palabras Discípulo y Creyente, siempre en la vida cristiana oímos con frecuencia estas dos palabras. Un creyente es la persona que acepta y confiesa a Jesucristo como su Señor y Salvador, cree en la verdad del evangelio y en la obra redentora de Cristo en nuestras vidas, ser un creyente es el primer paso en la vida de todo cristiano, para su conversión de fe, sustentada en su Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nuestra relación comienza cuando aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, es el comienzo de nuestra relación con nuestro Padre Celestial, sustentándonos en obedecer su palabra, llevando una vida Cristo céntrica conforme a la voluntad de Dios, dando lugar a un nuevo nacimiento conforme a la voluntad de Dios, esto es el principio de una nueva vida como hijo de Dios.
Un discípulo de Cristo se caracteriza por su amor a Jesús el Hijo de Dios y su amor por toda la humanidad, que se encuentra descarriada, sin ningún conocimiento de Dios, nuestra prioridad es llevarlos por el camino verdadero, a fin de que se vuelvan a Dios, instruyéndolos en su Palabra para que conozcan de su amor, paz, poder, protección, justicia, misericordia, santidad, etc.
Un discípulo de Cristo es la persona que decide seguir los pasos de Jesús, que obedece sus enseñanzas, que sigue y defiende las ideas del maestro durante toda su vida, es la persona que aprende y enseña doctrina del Maestro, la cual siempre emana de las Sagradas Escrituras, es un fiel seguidor de Jesús, así como de sus enseñanzas se enfocan cada día en seguirlo y aprende todos los días de su palabra leyéndola constantemente, buscando ser lo más parecido a Él, viviendo constantemente en acuerdo con sus principios y valores. Un discípulo es alguien que busca o aspira ser cada día como su Maestro, su prioridad es llevar a los pies de Cristo a todo inconverso, el ejemplo lo mira en Jesús quien entregó su vida por salvarnos.