Colonenses 3:20-21 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.

Por: Daniel Mora Jiménez. 

Como hemos aprendido en la biblia, la palabra nos exhorta y anima a amarnos los unos a los otros, tolerarnos, mostrarnos gracia y misericordia; dentro de esta ordenanza también constan los de nuestra casa, siendo los primeros en observar nuestro testimonio. En este texto, Pablo esta exhortando en primer lugar a los hijos en su llamado a la honra, la cual es uno de los mandamientos dados por Dios en el antiguo pacto. 

La honra es una muestra de respeto y por ende amor, por lo cual, si no podemos respetar y a la vez amar a nuestros padres que son los que vemos, cómo podemos decir que amamos a Dios, Colosenses 3:20 senala lo siguiente: “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”. ¡Hijos!, si el amor de Cristo está en sus corazones, deben demostrarlo con su obediencia a sus padres. 

¡Padres!, si Dios les dió la bendición de tener hijos, tienen que entender que tienen un llamado muy importante, el cual es, mostrarles y modelarles el amor de Cristo no solo con palabras, sino con tu ejemplo. A la vez, debes tener también la determinación para que en ese amor que habita en tu corazón puedas corregir las faltas de tus hijos, recordando lo que dice Proverbios 13:24 “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”.

¡Familias todas!, que nuestro hogar refleje el amor de Cristo, a fin de que los que incrédulos conozcan del verdadero amor y sus corazones duros sean quebrantados y transformados por el poder del evangelio. Que el corazón de los padres se vuelvan a los hijos y el de los hijos a los padres, amén.