Colosenses 3:15 “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”.
Por: David Agustín Pérez Vera
Vale la pena, en el último día del año, mirar una de las alegorías más preciosas que el apóstol Pablo usa en sus cartas, siendo dicha de esta manera “Que la paz de Dios sea la que lo decida todo en vuestros corazones”.
En tal sentido, lo que se busca expresar de manera literal, es que la paz de Dios debe llenar el corazón de sus hijos. Cuando la paz de Cristo es una realidad en la vida de un hijo de Dios, y sus sentimientos en un momento dado estén en conflicto, Cristo lo mantendrá en el camino del amor, rectitud, integridad, benignidad, mansedumbre, gracia, poder y gozo.
El camino del recto nombra a nuestro Señor Jesucristo el interventor, el árbitro, el juez, entre las emociones conflictivas de nuestro corazón; y si acepta sus disposiciones de vivir en Su voluntad, no errará, ni pecará, sino más bien agradaremos en nuestra manera de vivir al Eterno y Sabio Dios Jehová de los Ejércitos. Convirtiéndose así, nuestra vida en una adoración permanente, en actitud de gratitud por la gracia recibida. El Señor nos dice, que nos presentemos como adoración en sacrificio vivo, santo, agradable a Él, que será resultado y solo posible, de la paz de Jesucristo dirigiendo nuestros corazones. Feliz año y un venturoso y prosperado año en Cristo Jesús, Shalom.