Colosenses 3:23-24 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”
Escrito Por: Jackson Villalobos Duarte
El hacer un buen trabajo y con una buena actitud, generalmente es la manera correcta de hacer las cosas, más aún nosotros como hijos de Dios, debemos de mostrar integridad y amor, así como nuestro gran ejemplo: Cristo Jesús, demostró su amor hacia las personas, cumpliendo la voluntad del Padre con una actitud buena, amorosa, misericordiosa e integra, porque como hijos de Dios debemos de agradar a Dios, y no a los hombres (Gálatas 1:10).
En el versículo 23 de colosenses 3, leemos: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón”, como se mencionó antes, la actitud de un hijo de Dios debe ser una buena actitud, tener una mala actitud hacia el trabajo y hacerlo de mala gana solo traerá problemas, por eso en la segunda parte nos dice: “como para el Señor y no para los hombres;”, esto es porque cuando hacemos algo por Dios, cumplimos su voluntad, que es agradable y perfecta y no permitimos que nuestras actitudes o influencias externas afecten nuestra manera de hacer las cosas (Ro 12:2).
En el versículo 24 de colosenses 3, leemos: “sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”, Cuando uno hace la labor de su trabajo honesta, amorosa, esforzada e íntegramente, Dios ve todas estas cosas, Dios ve los frutos y los sentimientos que hay en lo profundo de nuestro corazón, por ende, si nosotros actuamos de buena manera, hay recompensa en la tierra y en los cielos, hay bendiciones por parte de Dios a sus hijos que le obedecen y lo representan de buena manera (Ro 8:28).
Reflexionemos acerca de la actitud que tenemos en nuestro día a día, con que cara o actitud llegamos al trabajo, cómo tratamos a nuestros compañeros y luego de un día arduo de trabajo, cómo nos comportamos en casa. Una de las maneras de mostrar gratitud a Dios, es nuestro buen testimonio, un testimonio de integridad y amor, un testimonio de buen compañerismo en el trabajo, gozosos y alegres porque gracias a Dios tenemos un trabajo, para llevar el sustento a nuestro hogar. Si nos sentimos abrumados y cansados por las cargas y preocupaciones que se dan en el trabajo día a día, busquemos descanso en Jesús (Mateo 11:28-29), seguros de que Él nos dará la fuerza necesaria, para seguir manteniendo un testimonio de amor e integridad (Isaías 40:31).