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Colosenses 4:2 “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias”.

Por: Nelly Jácome de Pérez

Para conocer la temperatura espiritual de una persona o de una iglesia sin duda el mejor termómetro es la oración. El pianista y compositor Arthur Rubinstein dijo en cierta ocasión, “si no oro un día lo noto yo, si no oro dos días lo notan quienes me rodean pero si no oro tres días lo nota todo el mundo“. Esto es una gran realidad, la oración es la escala para medir la vida del cristiano.

Un ejemplo claro de perseverar se observa en los discípulos en Hechos 1:14. “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos”. Si nosotros queremos ver la voluntad de Dios en nosotros y queremos que las oraciones tomen fuerza y el clamor del Pueblo de Dios tome ímpetu, debemos claramente perseverar, velar y no decaer. Debemos de mostrarnos vigilantes en la oración, pero siempre orando con acción de gracias por todas las grandes cosas que Dios ha hecho.

El apóstol Pablo les da la clave a los colosenses para llevar vidas con propósito: “la perseverancia en la oración”, perseverar significa sostenerse, pero no cuando se tiene todo a favor, sino sostenerse “a pesar de”; generalmente la fe se pone a prueba en las circunstancias adversas y se sostiene con oración. El apóstol decía: oren con acción de gracias a pesar de que las circunstancias parecen contrarias, oren mantengan la comunión con Dios y no decaigan, oren por nosotros, que aunque Dios nos sostiene, necesitamos que su propósito no sea estorbado por el enemigo.

Es el momento de perseverar en la oración, de no abandonarla, de ser agradecidos, de presentar a los enfermos, de rogar por aquellos quienes predican en las iglesias, por los pastores que deben guiar a sus ovejas al redil celestial y por aquellos que predican el evangelio para que sea Dios quienes les guíe en su predicación, por las naciones en conflicto, por las familias destruidas por el pecado, por los que son perseguidos y asesinados por causa del evangelio. No nos cansemos de orar, perseveremos en la oración, Maranatha ¡Cristo viene pronto!.

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