Deuteronomio 6: 6-8 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos”.
Escrito Por: Welinton Flores Flores
Cuando habla la Palabra de Dios que tenemos que predicar, nos enseña que lo que aprendemos debe ser enseñado, en primer lugar, en nuestro hogar. Vemos que el mandamiento les fue dado a los padres; ellos deben amar a Dios y enseñarles a sus hijos sus mandamientos dentro del contexto del diario vivir.
Este gran mandamiento debe estar primero en nuestro corazón. Para después sea comunicado a nuestros hijos, debe ser un tema de conversación diaria estando en nuestro hogar. Deben estar tan presentes como mi mano y deben ser el emblema que va delante de mí, que su palabra sea mi parte frontal que todo el mundo la pueda ver.
Teniendo sumo cuidado de no decir una cosa y hacer otra porque nuestros hijos seguirán nuestro ejemplo, más que nuestras palabras. Y el deber como padre es instruir a nuestros hijos en su camino. Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Y podemos ver en el nuevo testamento también nos habla de esto. Efesios 6:4 “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”.
Si nos encontramos viviendo una vida Cristo céntrica, lo primordial es nuestro hogar, hagamos de nuestro hogar un pedazo de cielo un lugar donde se alabe a Dios, con conocimiento y reverencia. Y esto será de mucha bendición para nuestras generaciones.
Padre Celestial, te pedimos que nos des la fuerza y la sabiduría para poder comunicar lo importante que es vivir en tus caminos, que podamos enseñar de manera efectiva en nuestro hogar a nuestros hijos y que nuestro estilo de vida esté basado en sus principios bíblicos, en el nombre de Jesús amén.