Efesios 2:4-5 “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”.

Por: Walter Encalada Pazmiño 

Para el crecimiento de la iglesia el amor es imprescindible, Jesús nos dio su ejemplo más sublime, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados persiguiendo la corriente de este mundo y éramos llamados hijos de ira. 

Dios que es rico en misericordia por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, y juntamente con el nos resucitó y así mismo nos hizo sentar en lugares celestiales con Cristo Jesús (Efesios 2:4-6). Es esta la prueba mas sublime que hizo Dios por su creación, su amor inconmensurable es derramado a todos sus hijos, y también a su Iglesia que es su cuerpo. 

Y también nos dio el amor de Cristo que excede todo conocimiento, para que seamos llenos de toda la plenitud de Dios (Efesios 3:19).  El amor es la cualidad que necesitamos en todas nuestras congregaciones, muy importante y nunca debe faltar en la Iglesia del Señor.  

Jeremías 31:3 “Jehová se manifestó a mi hace mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado: por tanto, te prolongue mi misericordia”. Nuestro creador derrama en sus hijos su amor, en el cuerpo de Cristo es imprescindible, estar pendientes de nuestros hermanos, ayudarlos bajo cualquier circunstancia; así como, suplir cualquier necesidad. 

El apóstol Juan en el ultimo versículo del capitulo 17 resume el amor del hijo hacia el Padre Eterno y el amor de los dos hacia el creyente: “Padre Justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tu me enviaste. Y les he dado ha conocer tu nombre y lo daré a conocer aun, para que el amor con que me has amado este en ellos, y yo en ellos (Juan 17:25-26). Su amor nos abraza, nos hace uno solo, así como su iglesia que es una sola, en ese amor vivimos, perseverando en unidad por el Espíritu, esperando que llegue el día, cuando su cuerpo que es la iglesia sea levantado a los cielos para vivir eternamente con Él, amén.