Efesios 3:17-19 de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.

Por: Daniel Mora Jiménez. 

Cuando el Apóstol Pablo emplea la palabra arraigados y cimentados, está usando una metáfora para ejemplificar el crecimiento de la vida espiritual del cristiano y su solides, tal como la de un árbol y un edificio. Entonces tenemos dos cualidades para comprender el amor de Cristo, puesto que al ser arraigados nuestra vida vivirá alimentándose en el conocimiento del amor de Cristo, así como las raíces del árbol que se extienden en busca de agua, a la vez, al estar cimentados nuestra vida estará fundamentada en el amor de Cristo, no basada en otro tipo de amor sino solo el de Cristo. 

En base a lo anterior y conforme al contexto de los versículos citados, Pablo tiene una gran preocupación por la comprensión que tiene la iglesia acerca de la gran sabiduría de Dios y de su amor, por lo cual anima a los efesios a comprender en unión con todos los santos las medidas de la grandeza del amor de Cristo. Tal como lo hemos señalado antes, nuestra muestra de amor esta en el momento de relacionarnos con nuestros hermanos, es ahí donde entenderemos las dimensiones del amor de Dios. Comprender el amor de Cristo, es muy importante para el desarrollo de nuestra relación dentro del cuerpo de Cristo, puesto que en ocasiones tendremos diferencias con nuestros hermanos, sin embargo, al estar llenos del Amor Divino tendremos toda la gallardia de contrarestar toda división que pueda ser planeada por el enemigo de nuestras almas, dando un paso muy importante llamado “el perdón”.