Efesios 3:17 “Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor”.

Por: Walter Encalada Pazmiño 

Al terminar en este mes el presente devocional queda en mi mente una reflexión “es importante accionar y promover la unidad del cuerpo de Cristo hasta cuando El regrese en gloria”.  Considero que en los primeros años de la Iglesia siempre tuvo ese accionar, y sobre todo el amor, el cuidado de los hermanos, siempre instó a sus hermanos a que se amaran, “Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arrugados y cimentados en amor…”.  

Pablo enseña que el amor unido a la humildad prevalece en todo el accionar humano, el ejemplo mas real es Jesús quien se despojó de todo y se humilló por salvarnos a nosotros, el dio su vida, no le importó el sufrimiento, solo demostró su amor infinito por la humanidad.

La unidad de la iglesia es vital para su crecimiento, la cual permite que sus miembros se acerquen más al Señor para ser parte de su cuerpo, en esa unidad  encontraremos su amor infinito, su paz,  la convivencia en amor de todos los redimidos y su cuidado, su Santo espíritu quien nos ayuda a amar a nuestros semejantes  y nos une en oración, en la unidad de la iglesia se refleja el grande amor de Dios para su creación,  Efesios 4:13 “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, aun varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.