Efesios 4: 12-13  A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Escrito Por:Dilvany Gámez de Moreno

Ya hemos visto que quienes ejercen el ministerio deben equipar y entrenar a los miembros de la iglesia y la labor de dichos miembros es usar sus dones y talentos en los diferentes ministerios con la finalidad de fortalecer a toda la congregación, trayendo como resultado una vida sacrificada de siervos y consiervos para la honra de nuestro Señor. Hasta llegar a una madurez espiritual en la que todos contribuimos.  

Pero ¿cómo lo hacemos? cuando ejercitamos nuestros dones y talentos desde una perspectiva bíblica y no egoísta; teniendo como fuente de nuestras vidas y crecimiento a Cristo, porque todos somos uno en Él, de esta forma, procuramos llevar una vida digna del llamado que hemos recibido de Dios. 

En consecuencia, la unidad en la iglesia es el resultado del uso responsable de los dones espirituales porque el llamamiento y los dones de Dios son irrevocables; por ello estimado lector, debemos procurar fortalecernos unidos hasta que el Señor retorne nuevamente como lo ha prometido por una iglesia sin mancha, ni arruga y santa.